Manual de Energía para Principiantes. Capítulo 3: GASTO POCA ENERGÍA

En el espacio de consumo de Unión Renovables os presentamos el capítulo 3 del Manual de Energía para Principiantes por cortesía de nuestra cooperativa socia AeioLuz.

El fin de este manual es compartir de la manera más didáctica posible cómo pagar lo mínimo por la energía que necesitamos para mantener una vida digna de ser vivida.

Manual de Energía para Principiantes III

 

CAPÍTULO 3. GASTO POCA ENERGÍA

POR: SALVA MONCAYO / Socio fundador AeioLuz, Activista Energético, Aprendedor Profesional.

Aprendimos en el primer capítulo las bases de contratación de la energía que necesitamos y algunas ideas de cómo organizar nuestras necesidades energéticas. En el segundo vimos qué hacer y cómo habilitar nuestra casa para necesitar el mínimo aporte energético. Necesitar poca energía. Rehabilitación desde fuera o desde dentro de nuestro hogar. En este post vamos a aprender a utilizar el menor número posible de kWh para mantener un confort digno en nuestros hogares. Un menor número de kWh en la factura es sinónimo de ahorro. Vivir bien con lo justo.

Recordemos la unidad básica de energía eléctrica que ya describimos en el capítulo 1, que tanto vamos a tener en cuenta en este tercer capítulo y que siempre consideraremos para evaluar y medir nuestros consumos energéticos. El kilowatio hora (kWh). Es la cantidad de energía utilizada en una hora por un electrodoméstico que tenga una potencia de 1.000 W.

Fijaos que aparecen dos magnitudes en nuestra unidad de energía:

  • La potencia instantánea de consumo. En Watios. 1.000 Watios son 1 kW.
  • El tiempo que mantenemos en marcha nuestro dispositivo: en horas.

Pues esas dos magnitudes, potencia y tiempo, son las protagonistas de este capítulo. Considerar ambas cosas, cuánto consume un aparato y durante cuánto tiempo lo mantendremos en marcha, serán las claves para reducir al máximo nuestro consumo.

¿Cómo vamos a trabajar este capítulo?

A) Analiza y recoge información.

B) Reflexiona y prioriza.

C) Actúa sin desfallecer.

A) Analiza y recoge información.

Existen millones de manuales, artículos y reseñas sobre eficiencia que tratan sobre cada uno de los electrodomésticos que tenemos en nuestras casas. Luego haremos un resumen de los más importantes, pero este capítulo cumplirá su objetivo si entendemos que la cantidad de kWh utilizados en nuestras viviendas tiene todo que ver con el uso responsable que hagamos de esos mismos electrodomésticos.

Para ello es muy importante tener un inventario de “cosas” que funcionan con energía en nuestro hogar.

 


DEBERES

Pon fecha concreta para que todo el mundo participe. Excursión en familia viendo las cosas que tiene conectado cada enchufe de cada estancia. Vamos a descubrir posiblemente aparatos enchufados que no recordábamos.

 

Haz un listado exhaustivo con todos los electrodomésticos que tienes en casa. Te sorprenderás. Casi todo lo que hacemos en nuestra vida, está ayudado por algún chisme que utiliza energía para funcionar. Además en cada hogar las circunstancias son distintas, incluso en el tiempo. Verás que hay electrodomésticos que no tienen conexión visible, como la encimera de cocinar, o el equipo de aire acondicionado, o algunos que no asociamos a un enchufe porque funcionan con baterías, pero que hemos de cargar a diario. No dejes de anotarlo todo.

Añade la columna de potencia instantánea. Encontrarás el dato siempre en alguna etiqueta del aparato en cuestión, asociado a la letra W, o kW si es uno con mayor consumo.

 

TIP: Si quieres ir un poco más lejos, hazte con un medidor doméstico de potencia.

Verás cómo varían un poco los valores que informan los fabricantes, que normalmente informan de la potencia máxima posible, y que luego, dependiendo del aparato y su patrón de funcionamiento, pueden variar un poco, o mucho si tienen varios niveles de consumo.

El calefactor tiene un etiquetado de 1.800 W (1,8 kW) pero tiene tres potencias de trabajo y podemos decidir el nivel de consumo en cada momento. La batidora tendrá un consumo distinto de acuerdo al esfuerzo que tenga que hacer en cada momento, el máximo serán 600 W, pero pocas veces consumirá esa cantidad.


B) Reflexiona y prioriza.

Ahora haz una selección con los siguientes criterios:

  • Los que consumen más de 1.000 W (1 kW).
  • Los que mantenemos funcionando más de una hora al día.

Recuerda que actuando primero sobre los aparatos que más energía utilizan seremos mucho más eficaces.

En cada hogar el resultado será distinto. Cada familia tiene sus costumbres y rutinas. Incluso dentro de cada vivienda esas rutinas van evolucionando, pero te damos pistas de lo que te puedes encontrar, que te servirán para reflexionar sobre tu situación personal.

EJEMPLO:

Mira ahora esta tabla orientativa de usos energéticos por orden de gasto. Son datos estadísticos del IDAE (www.idae.es) que nos pueden servir de referencia, aunque es importante que hagamos nuestro propio mapa de consumos, para poder aplicar nuestras propias medidas de eficiencia y ahorro:


DEBERES
Reflexiona sobre tu situación particular y escribe tu plan de trabajo en un papel. ¿Sobre qué capítulo de gasto piensas que tienes que actuar prioritariamente?

Anota los cinco electrodomésticos que más consumo tienen en tu casa y por qué has llegado a esa conclusión. ¿Consumen mucho o los tienes muchas horas en marcha? ¿Ambas cosas? Ponte tareas realizables con cada uno de ellos para ser más eficientes.


C) Actúa sin Desfallecer.

No te tomes esto como una acción de un momento. Haz un esfuerzo para generar el hábito de estar atento a estas cosas de la energía, pero has de saber que hay que mantener la atención en el tiempo. Seguir buscando nichos de ahorro. Siendo curiosos cuando se nos estropee un electrodoméstico y haya que renovarlo, para valorar nuevas tecnologías más eficientes. Por ejemplo, recuerda que casi cada electrodoméstico que incorpore algún motor, tiene una versión con tecnología INVERTER, que los hace mucho más eficientes.

Mientras, hacemos un repaso por cada uno de los consumos, de acuerdo a la clasificación que nos hacen en IDAE:

Climatización (Calor y frío)

El mayor gasto energético de una vivienda suele ser la climatización. Calentar la casa en invierno, y cada vez más, enfriarla en verano, es la actividad energética que más kWh necesita. Acordaos que en el capítulo II ya hemos explicado lo importante del aislamiento en nuestro hogar, pero ahora vamos con el uso de los equipos de climatización.

Climatiza exclusivamente las estancias de tu hogar que estés habitando. Cierra las puertas de las habitaciones que no utilices.
Recuerda las temperaturas de referencia. En invierno no más frío de 18ºC (hasta 20ºC en estancias con muchas horas de uso, o con menores y personas mayores) y en verano no más calor de 28ºC (hasta 26ºC en estancias con muchas horas de uso, dependiendo de la diferencia con el exterior).
Utiliza los termostatos de los distintos aparatos de calefacción o refrigeración, pero dispón siempre de termómetros o estaciones meteorológicas a distancia de los equipos para tener referencia real de la habitabilidad de la estancia. No olvides que la humedad relativa (óptima entre un 40% y un 70%) incide en la sensación de confort de manera importante.
Utiliza ropa acorde a la estación climática. Bien abrigado en invierno y con ropa muy fresca en verano. Otra alternativa no tiene sentido.
Recupera el efecto mesa camilla con calefactores que cumplan con la seguridad necesaria y recupera también las mantas en las zonas de descanso. ¿Qué hay mejor que compartir el calorcito de una manta en el sofá viendo una peli?
Negocia y llega a acuerdos con todas las personas que tienen que convivir en el mismo hogar. Las personas jóvenes y las deportistas suelen tener más calor, las mayores suelen tener más frío. Reflexiona la fórmula mejor para todas y negocia para que todas las personas la asuman y compartan en las zonas de convivencia.
Si tu situación es precaria no dudes en pedir ayuda en los Servicios Sociales de tu municipio y a tantas organizaciones no gubernamentales que están sobre el terreno trabajando con familias que tienen que decidir entre calentar su casa o comer.

Agua Caliente Sanitaria

Otro consumo habitualmente muy importante es el termo de agua caliente sanitaria. Es un electrodoméstico con un alto consumo, pero podemos decidir cuándo lo conectamos, por lo que va a ser un aliado para gestionar el uso energético de nuestro hogar. Destierra el mito de que siempre conectado gasta menos. Normalmente no es así. Puedes comprobarlo haciendo las cuentas que te hemos explicado. Qué potencia tiene, multiplicado por el tiempo de funcionamiento. Si sois familia numerosa y sale a cuenta tenerlo todo el día en marcha, seréis un caso excepcional.

Analiza las rutinas de uso de agua caliente en tu hogar. Pon un temporizador diario, o semanal si tu situación lo requiere, y apaga del todo el calentador las horas que no lo utilices. Puedes temporizarlo para que el agua esté disponible cuando te haga falta, pero el resto del tiempo se apague.
Si tienes que hacer la instalación de uno nuevo, o sustituir el existente, hazlo en el lugar más cercano posible al punto de consumo. Nunca en exteriores o lugares muy fríos.
Ajusta la temperatura a los niveles más bajos, de forma que puedas ducharte sin mezclar agua fría.

Electrodomésticos

Vamos a dar un repaso a los protagonistas habituales. Siempre tu situación será particular y por ello es importante que reflexiones sobre tu caso concreto. Importante identificar los consumos en los que podemos decidir el momento de uso. Apunta en tu plan cuáles de ellos puedes gestionar, para que en el capítulo IV de renovables sean nuestros aliados.

Frigorífico. Estadísticamente el electrodoméstico que más consume es la nevera. No por su mayor consumo instantáneo, sino porque lo tenemos conectado siempre. En invierno el compresor del frigorífico funciona menos horas, pero en verano lo oímos en marcha bastante tiempo.

Planifica lo que vas a introducir o sacar antes de abrir la puerta de la nevera y reduce al máximo el tiempo que la mantienes abierta.
Controla que no esté demasiado llena o demasiado vacía para que trabaje de forma eficiente. Introduce botellas de agua en los estantes que tengas vacíos.
Ajusta el termostato en cada estación. Más frío en verano, menos frío en invierno. No la hagas trabajar en los extremos de temperatura posibles.
No metas en ella alimentos calientes. Descongela pasando el día de antes los alimentos desde el congelador para aprovechar el frío y que la nevera funcione menos.
Si todavía es de las que genera hielo, mantén a raya el grosor helado y retíralo periódicamente.
Vigila las juntas y que no haya pérdidas de frío por ningún sitio.
Intenta no duplicar neveras o congeladores. Cada electrodoméstico que enchufamos en casa tiene unos consumos mínimos que se multiplican cuando no los aprovechamos bien.

Lavadora/lavavajillas. Tienen una mayor potencia de consumo, pero la mayoría de ocasiones podremos decidir el momento de funcionamiento. Mover en el día la puesta en marcha de estos elementos nos va a permitir hacerlo en los horarios más baratos, o cuando tengamos placas propias (o compartidas con nuestros vecinos) hacerlo gratis aprovechando la producción solar.

Utilízalos con carga completa.
Selecciona los programas ECO. Suelen ser más largos pero consumen menos energía.
Elige las temperaturas de trabajo más bajas posible.
Seca la ropa al Sol siempre que sea posible.

Televisión. La eficiencia de los nuevos aparatos (ya casi nadie tiene televisiones que no sean planas) hace que su potencia de consumo sea muy baja, pero normalmente los tenemos en marcha muchas horas.

Jubila cualquier televisión que todavía sea de las antiguas.
No la utilices como “animal de compañía”. Hay muchas personas que se han acostumbrado a dormir con el “ruido” de la tele. Valora romper esa rutina, o temporizar el apagado. Casi todas las televisiones incorporan esta función en su menú.
Selecciona la opción “bajo consumo” si existe entre sus funciones.

Ordenadores. Es un nuevo electrodoméstico en nuestros hogares, pero su uso continuado para casi todo en casa, hace que haya que prestarle la suficiente atención.

Apaga la pantalla siempre que no la mires. Es el elemento más consumidor y el ordenador puede hacer sus funciones muchas veces sin pantalla.
Utiliza la función “suspender” cuando lo vayas de dejar de usar un rato. Temporiza esta función para que sea automática tras un rato de no utilizar ratón o teclado.
Temporiza el router wifi para que se apague por las noches o cuando no estéis en casa. Ahorra energía y se resetea cada vez para mejorar su rendimiento.

Cocina

Existen multitud de electrodomésticos, de mayor o menor consumo, que tendremos que aprender a gestionar con una visión de eficiencia. Hemos hecho mención expresa por su importancia de la nevera, la lavadora o el lavavajillas, pero hay mucho más. Recuerda que cualquier elemento que tenga un enchufe, deja de consumir si lo guardamos en un cajón. No enchufes nada que no estés utilizando.

Algunos consejos generales para cocinar.

Encimera.

  • Vitrocerámica o inducción. Mucho más eficiente por inducción.
  • La combinación de una encimera de inducción y una olla express reduce mucho el tiempo de cocinado, y por tanto el consumo energético.
  • Utiliza cacerolas y sartenes del mismo tamaño que la placa y utiliza tapaderas durante el cocinado para conservar más el calor.

Horno.

  • Limita el tiempo de precalentamiento a lo imprescindible y apágalo unos minutos antes de acabar la cocción.
  • No abras la tapa si no es necesario. Vigila el cocinado a través del cristal.
  • No abuses de la función grill.
  • Aprovecha el uso del horno para hacer varios cocinados al mismo tiempo.

Microondas.

  • Muchos de los cocinados pueden hacerse en microondas en mucho menos tiempo y un ahorro energético importante.
  • No descongeles en el microondas si no es en caso de urgencia.
  • Ojo a los relojes y señalizaciones luminosas cuando no lo utilizamos.

Iluminación
Es uno de los menores gastos energéticos del hogar. Con la implantación de la tecnología LED muchísimo menos todavía.

Aún así, utiliza siempre que puedas iluminación natural y apaga las luces que no estés utilizando en cada instante. Ni siquiera aunque tengas que volver en dos minutos.

Si todavía tienes en casa bombillas convencionales o de bajo consumo (anteriores a la tecnología LED) mantenlas hasta que se fundan por sí mismas. Solamente es interesante por su ahorro, la sustitución directa de los puntos de luz que tengan más de dos/tres horas de funcionamiento diario.

Stand-by

Esta es la energía que nunca deberíamos consumir. Todo el dinero que se nos va en este apartado es como si metiésemos directamente los billetes en la bolsa de la basura.

Desconecta todos los aparatos que no tengas que utilizar. Los que utilices con regularidad, mantenlos conectados a través de regletas con interruptor y desconecta la regleta siempre que no estén en funcionamiento.

Ejemplo claro de gastos innecesarios son los router wifi que por la noche no necesitamos, o los cargadores que consumen sin tener conectado el dispositivo que ha de cargarse, o los ordenadores en marcha que no estamos utilizando.

Reflexiona sobre cada elemento de consumo de tu hogar y anota qué tratamiento en particular vas a aplicarle. No olvides ninguno.

Para hacer una evaluación más precisa de este apartado, entra en la plataforma de la distribuidora y mira los consumos nocturnos de tu hogar. Si están por debajo de 50 Wh, enhorabuena, es un valor más que aceptable por lo complicado de reducirlo a cero. Todo lo que esté por encima de este valor, plantéalo en casa como un reto. Persigue las cosas que tengas conectadas y que no aporten nada. A veces apagar los relojitos de algunos electrodomésticos, que en muchas ocasiones no miramos, pueden suponer pequeñísimos ahorros que sumados, importan mucho.

Podríamos hacerlo todavía más largo, pero si consigues aplicar la mayoría de lo tratado en este capítulo, seguro que mejoras mucho tus consumos y posiblemente el confort de tu hogar. Y ahorras unos euros además de contaminar menos.

Une la hoja de datos que has preparado a las de los capítulos anteriores para contemplar con visión estratégica el plan que estás poniendo en marcha en casa. Ya sabes, aprendo, necesito poco, gasto poco y produzco mi energía en casa, o en casa del vecino.

Si te ha parecido interesante compártelo con familiares, vecinas y amigos. Además de reducir nuestra factura energética, es importante saber cómo gestionar de forma responsable la energía que nos permite vivir con confort en casa, para cuidar el Planeta que nos acoge con tanto amor y al que debemos tanto.